Imagina esto: desbloquear tu iPhone con solo mirarlo, confirmar una compra en un instante, acceder a tu app bancaria con seguridad biométrica. La magia de Face ID. Hasta que, de repente, esa magia se desvanece y te encuentras con el temido mensaje: “No se puede activar Face ID”. La frustración es inmediata. ¿El sensor se rompió?…